Bésame Mucho, de Javier Daulte (TEATRO)
Once actores en escena, un destacamento policial y múltiples conflictos. Suena un tanto caótico, ¿no? ¿Pero qué oficina como punto de encuentro de personas y conflictividades no lo es? En esta nueva reposición de Bésame Mucho dirigida por Gonzalo Urtizberea, los focos están desplegados y expuestos desde que se encienden las luces para evidenciar lo que se viene: una comedia de enredos, una superposición de historias entrecruzadas en donde las torpezas de estos agentes los complicarán cada vez más. De a poco las voces se van acallando para detenernos en una de las tramas: Costa, obsesionada por una colega y con la ayuda de dos compañeros de la fuerza investigan la vida privada de Paluzzi quien al poco tiempo desaparece haciendo que todos pasen a ser sospechosos del hecho. El misterio funciona casi como una excusa, la obsesión como siempre juega en contra. De una u otra forma, cada uno de los personajes están atravesados por el amor, o mejor dicho, por el desamor, ¿qué estamo